“No hemos de preguntarnos qué necesita saber y conocer el hombre para mantener el orden social establecido, sino qué potencia hay en el hombre y qué puede desarrollarse en él. Así será posible aportar al orden social nuevas fuerzas procedentes de las jóvenes generaciones. De esta manera, siempre pervivirá en el orden social lo que hagan de él los hombres íntegros que se incorporen al mismo, en vez de hacer de la nueva generación lo que el orden social establecido quiere de ella”