El valor primordial de aprender matemáticas es que desarrolla nuestro pensamiento, nuestro pensamiento real, voluntario e independiente; un pensamiento capaz de dirigir sus poderes en el conocimiento, tanto del mundo material, como del mundo invisible interior.
Rudolf Steiner.
El objetivo de todo profesor de Matemáticas es lograr en sus alumnos la capacidad de confiar en ellos para poder moverse libremente dentro de un tema particular en el que se centra, ya sea la vida del número, el surgimiento de la forma geométrica y sus metamorfosis, o la aplicación de formas de pensamiento matemático a situaciones prácticas y tareas técnicas en el mundo.
Ron Jarman.
Luego de una primera época en la que fuimos descubriendo la cualidad anímica de los números del 1 al 9, en esta segunda época dimos un salto cuántico llegando hasta el 100. Desde el movimiento y el conteo rítmico hacia adelante y hacia atrás y compenetrados de imaginación proveniente del cuento motivador, hemos descubierto las familias de números de 10 en 10. Tres momentos fundamentales donde la lógica conocida y segura se quiebra y aparece una nueva lógica. Han sido momentos de profunda transformación y movimiento interior: pasar del 1 en 1 (unidades), al 10 en 10 (decenas), al 100 en 100 (centenas). A partir de estas conquistas inmensas, podemos descomponer y armar números con material concreto (cuentitas de colores para unidades, bolsitas para decenas, canastitas para centenas). Lo más bello y significativo de la época ha sido ser testigo de los pequeños grandes momentos de «eureka», esos momentos en los que se hace la luz, se enciende la llama y brillan los ojos, arden las mejillas. El vivo reflejo de la autorealización. Ese es el gran valor de la escuela: crear espacio y tiempo para superar desafíos en los distintos ámbitos vitales: en lo cognitivo, en lo social, en lo individual, en lo grupal.
Felicitaciones a los niños y niñas de primer grado por tanto trabajo, lleno de entusiasmo, interés, coraje para lo nuevo, alegría y compañerismo.
Maestra Florencia
