Llegó el solsticio de invierno: el día más corto, de mayor oscuridad exterior, y la noche más larga. A partir de ahora, cada día una gotita más de oro de sol. Un chispita más de claridad para llegar a la máxima luz en el solsticio de verano.

Con la fogata del solsticio, celebramos que hemos atravesado la oscuridad. Tempranito, antes del amanecer nos juntamos en la granja a compartir chocolate, canciones y la alegría de estar juntos.

Un año más, un solsticio más, una fogata más.