«Leer es un acto de rebeldía». Esta frase implica que la lectura, especialmente en un mundo cada vez más dominado por la tecnología y la información rápida, puede ser una forma de resistencia. Implica desafiar la pasividad, la superficialidad y la falta de pensamiento crítico, fomentando la reflexión, el cuestionamiento y la búsqueda de conocimiento. 

Cuando leemos, el cerebro activa múltiples áreas y procesos, no solo aquellas relacionadas con el lenguaje. Se genera una red compleja de actividad neuronal que incluye reconocimiento visual, procesamiento del lenguaje, imaginación, y experiencias anímicas. Mejora la concentración y la memoria.

Leer es abrir las puertas a un mundo infinito.

Gracias a los maestros que sostienen el templo de la lectura en la primaria: Marcela, Gustavo y Cristina.