
Todos estaba dispuesto, cada detalle.
Y amaneció nublado…
Con alegría y calor del corazón, niños, niñas y familias comenzamos la fiesta deseando que la lluvia nos espere. La fiesta comenzó con el quinto grado de nuestra escuela. Luego El Viejo Abedul nos regaló su música. Y llegó el turno del ensamble de la escuela Rudolf Steiner. La lluvia comenzó a caer con mayor intensidad y, todos juntos, improvisamos una mudanza al salón de euritmia. Muy apretaditos, pero contentos y con hermosa acústica, escuchamos el regalo del ensamble. Siguieron los jóvenes del octavo con un tema de Coldplay y el cierre de la orquesta del Clara que fue maravilloso. Compartieron un carnaval con el ensamble de la Rudolf Steiner, tocaron dos temas y compartieron dos más con el grupo de quinto grado.
La orquesta nos permite ser parte de un todo mucho mayor que la suma de las individualidades. Es la experiencia social por excelencia.
En esta fiesta, además, seguimos desarrollando la flexibilidad y el compañerismo tan necesarios para afrontar las vicisitudes de la vida.
Gracias maestro Diego por la música en la primaria.
Gracias maestros Matías y Cesar por el trabajo en el Secundario.